jueves, 18 de abril de 2013

Acontecimientos importantes 1901-1916

1901- Ramon Caceres El mecanismo de dominación más peligroso para la existencia de un Estado dominicano independiente, utilizado por los Estados Unidos, fue la Convención dominico-americana de 1907. Esta Convención consolidó el control de la referida potencia sobre la sociedad dominicana, quedando el país bajo un virtual protectorado. A la vez que se profundizaba la deuda externa, al contratar el Estado un nuevo empréstito de $20 millones de dólares, por medio de la Johr Loeb & Co., se hacia determinante el poder de los inversionistas extranjeros en la economía, a través de la Ley de Franquicia agraria y la Ley sobre Concesiones de terrenos del Estado a las compañías agrícolas. Como hemos visto, todo el período que va de la muerte de Ulises Heuraux hasta la ocupación militar extranjera, fue políticamente hablando, un período de crisis permanente: en 16 años aproximadamente, el país conoció 14 gobiernos siendo el más duradero el de Ramón Cáceres (1906-1911); los demás fueron gobiernos que solo controlaron el Estado durante algunos meses. Todos esos gobiernos fueron el producto de rebeliones caudillistas, muchas de las cuales estaban auspiciadas discretamente por los capitalistas extranjeros. Una docena de movimientos armados marcaron la crisis política que dieron como resultado la ocupación militar extranjera. 1901 Ramón Arturo Cáceres Vásquez (15 de diciembre de 1866 - 19 de noviembre de 1911) "Món Cáceres" fue un político dominicano, Presidente y Ministro de Guerra y Marina de la República Dominicana. Sus padres fueron Manuel Altagracia Cáceres; y la señora Remigia Vásquez. Contrajo matrimonio con Narcisa Ureña Valencia. Desde su juventud se opuso a las actividades políticas del país, hasta que su primo Horacio Vásquez le comunico los planes de Lilís, en el cual se decía que éste había ordenado su ejecución. Debido a éste acontecimiento, Cáceres decidió formar parte del grupo que ejecutó a el dictador el 26 de julio de 1899 en la carretera de Moca. Después de la muerte de éste tirano, Vásquez estableció un gobierno provisional en la ciudad de Santiago, del cual Cáceres pasó a ser Ministro de Guerra y Marina. Después de la renuncia del Vicepresidente de Lilís, Vásquez convocó la Asamblea Plenaria, poniendo como presidente de la república a Juan Isidro Jiménez. Cáceres renunció de su cargo, y luego fue nombrado en Santiago como Delegado en el Cibao. Con el triunfo de Jiménez, Cáceres pasó a ser Gobernador de Santiago. Durante el gobierno de Carlos Felipe Morales Languasco de 1903 a 1905, Cáceres fue Vicepresidente. El 12 de enero de 1905 tras la renuncia de Carlos F. Morales Languasco, Cáceres queda como presidente del país, y en 1905 gana la presidencia de la república. Durante su mandato se firma el Modus Vivendi de 1905 y la Convención de 1907 dominico americana. Debido a que hubo muchos sectores que no apoyaron su gobierno, se formaron diversos complots en su contra, y el 19 de noviembre de 1911, un grupo dirigido por Luis Tejera intercepto el coche donde solía pasear con uno de sus ayudantes y el cochero pitolero mató a Ramón Cáceres el 1911. Cuando el coche en que paseaba Ramón Cáceres se acercaba al grupo, se produjo un tiroteo. El presidente Cáceres recibió varios disparos que le arrebataron la vida. El general Luís Tejera fue conducido a la Fortaleza Ozama y fusilado. Durante la dictadura de Lilís se dio lugar a varios conflictos, se firmaron varios acuerdos y al final la dictadura terminó en 1899 con el asesinato de Ulises Heureaux y se instala el Gobierno provisional de Horacio Vásquez. Después de esta crisis política, la República trata de estabilizarse nuevamente, cuando en noviembre de 1899 Juan Isidro Jiménez es electo por primera vez Presidente de la República y su Gobierno duró desde 1899 hasta 1902, cuando Horacio Vásquez se revuelta en contra de Jiménez y se proclama Presidente de la República. Introducción Protocolo de 1902. Con la firma de este acuerdo entre USA y el gobierno de Horacio Vásquez se inició la injerencia directa de Estados Unidos sobre nuestros asuntos económicos. La firma de este acuerdo en 1902 supuso el traspaso de la deuda de la Santo Domingo Improvement Company al Estado Norteamericano. Al ratificarlo en 1903 los gobiernos dominicano y estadounidense establecen que el primero se comprometía con el segundo a pagar a la Improvement la cantidad de 4 millones 500 mil dólares.Laudo Arbitral de 1904. Para 1904 se eligieron árbitros para que vigilaran el cumplimiento de los acuerdos a que llegaron con el protocolo de 1902. Se fijó una cantidad para el pago a la Santo Domingo Improvement y se especificó que todas las recaudaciones aduanales de los puertos de la zona norte serían destinados al pago de la deuda. Además el gobierno de USA nombraría un agente financiero "Sin cuyo previo consentimiento no podía tener lugar ningún pago" Por tanto el gobierno de Estados Unidos ejercería el control sobre las finanzas nacionales. A partir del asesinato de Ulises Heureaux, el pueblo dominicano se convierte en una nación sin rumbo firme, ya que el poder se quedo en mano de los seguidores de Ulises; pero los grupos contrarios iniciaron levantamientos y esto fue desestabilizando a los gobiernos y la economía de la nación provocando además que no atendiéramos los asuntos económicos del Estado cayendo en la exigencias de los acreedores con quienes la república había realizado las transacciones. Al perder el control España en la zona del caribe, Estados Unidos decide preservar la estabilidad económica para asegurar el pago de las deudas e inicia las exigencias en toda América. Obligan al gobierno Dominicano a destinar los ingresos aduanales de todos los puertos del país al pago de la deuda contraída con la Improvement. Estas decisiones estaban establecidas en los siguientes protocolos y convenciones. La situación de conflictos vivida en todos estos años, provocados por los intereses caudillistas y del capital foráneo, asi como la necesidad de los Estados Unidos de controlar la estratégica región del Caribe, en el marco de la Primera Guerra Mundial, y la consiguiente necesidad de expansión de la producción provocaba por esa guerra, llevó a esa potencia a tratar de imponer gobiernos y medidas que permitieran la reproducción de sus capitales de sus nacionales en un clima de paz. Para ese fin, el gobierno de los Estados Unidos presionó al dominicano para reducir el ejército dominicano y para que este colocara las finanzas del país en manos de un representante americano, como forma de garantizar el pago de los empréstitos contraídos. En 1915 presionaron para obtener solamente el control de las finanzas y el establecimiento de una guardia civil organizada y dirigida por oficiales norteamericanos. La negativa de quien ejercía la presidencia en 1915, el caudillo Juan Isidro Jimenes, provocó la presión para la renuncia de este, dando paso a su sustitución por la de Francisco Henríquez y Carvajal. La salida de Jimenes agravó la crisis, mostrando Estados Unidos sus verdaderas intenciones. El Receptor de Aduanas comunicó al presidente Henríquez y Carvajal, la decisión de Washington de no entregar más recursos económicos, como establecía la Convención de 1907, hasta tanto no se llegara a un acuerdo sobre la interpretación del artículo tercero de la referida convención. Entonces se exigió al gobierno: .- El establecimiento de un Consejo Financiero. .- El control de todos los ingresos y egresos, incluyendo los contemplados en la Convención de 1907. .- La completa supresión del ejército y de la guardia republicana. .- La creación de una policía comandada por oficiales americanos. .- La reducción del presupuesto nacional, y .- La revisión de todos los impuestos. Los Estados Unidos al comprobar la negativa del presidente Henríquez a cumplir las referidas exigencias, decidió ejecutar los planes diseñados para solucionar, de acuerdo a sus intereses, la prolongada crisis que vivía República Dominicana: la ocupación militar del país y la imposición de un Gobierno Militar que facilitara el reordenamiento del Estado, la consolidación del capital foráneo, el desarme de la población y la creación de un ejercito alejado de los intereses caudillistas, condiciones básicas para impulsar la reproducción de los capitales invertidos.

miércoles, 17 de abril de 2013

Ulises Hilarión Heureaux Lebert (Lilis)



Ulises Hilarión Heureaux Lebert (Lilis)

¿Quién fue?

Ulises Hilarión Heureaux Lebert conocido como Lilís (1845 - 1899) fue un militar y político dominicano nacido el 21 de octubre de 1845 en San Felipe de Puerto Plata, hijo natural de Josefa Lebert, oriunda de las Islas Vírgenes y José Alejandro D'Assás Heureaux Fortune, nacido en Haití y capitán de navío de la Marina Francesa. Abandonado por su padre (aunque más tarde le diera su apellido), sus primeros años se desenvolvieron a la sombra del cuidado materno. Su madre, miembro de una familia muy pobre, no pudo hacer grandes cosas durante los primeros años de la vida de Ulises.

Un amigo de la familia se encargó de brindarle los primeros conocimientos de letras y matemáticas. Es notable que siendo todavía muy joven, llegó a hablar y escribir fluidamente en francés e inglés, y a dominar el creole haitiano.Se incorporó en la milicia y probó su valentía en los campos de batalla, ascendiendo de rango por sus habilidades.

Periodos

Fue Presidente de República Dominicana desde:
-        -  1 de septiembre de 1882 al 29 de enero de 1883.
-         
    -6 de enero al 27 de febrero de 1887.

y nuevamente desde,
-       
-          -30 de abril de 1889 hasta su asesinato en 1899.

Gobierno

Su forma de gobierno dictatorial condujo al país a la bancarrota, situación que provocaría una fuerte inestabilidad política y seria la causa principal de la posterior intervención norteamericana de 1916.
Con el objetivo de enriquecerse a sí mismo y a sus seguidores, reforzar el sistema de sobornos, pagar a la armada, fomentar la industria de los ingenios azucareros y financiar el desarrollo de infraestructuras, Lilís tomo grandes préstamos de bancos europeos y americanos, incluso mientras los precios del azúcar experimentaban una aguda bajada.

En 1888, tomó un préstamo por tres cuartos de millón de libras esterlinas de la casa de préstamos de Ámsterdam, Westendorp. La Westendorp Company se declaró en bancarrota en 1892, después de que su agente reveló fraudes en el servicio de aduanas, donde Heureaux había logrado tarifas preferenciales para algunos de sus acreedores locales.

Un consorcio de hombres de negocios de New York que se llamaban a sí mismos Santo Domingo Improvement Co. compró la Westendorp, tomando las reclamaciones de sus tenedores de bonos europeos, a cambio de dos préstamos, uno por $1.2 millones y el otro por £2 millones, para proveer fondos para la deuda externa del país y que serían saldados con la recaudación de las aduanas.

La situación siguió difícil y eso produjo cosa mala en la dictadura para el dictador en el plano político y militar al sufrir un duro revés con la huida de su Ministro de Relaciones Exteriores, Ignacio María González, quien también estaba implicado en la "rebelión de los azuanos".

González huyó hacia Puerto Rico y desde allí lanzó un manifiesto revelando las negociaciones secretas de Lilís para arrendar Samaná a los norteamericanos. El ex –ministro, quien alegó que desconocía esas negociaciones hasta que decidió abandonar el país, viajó entonces a Puerto Príncipe donde concertó una alianza con Luperón y Moya para planear una invasión a finales de marzo de 1894 con el pleno respaldo del presidente haitiano Hippolite, quien derrocó al Gral. Legitime, con el apoyo del gobierno norteamericano.

Heureaux, al tener conocimiento de la invasión procedió a intimidar nuevamente al mandatario haitiano comunicándole que de seguir apoyándola entonces entregaría armas a sus adversarios en el exilio para que fuesen a derrocarlo. El dictador, que conocía al gobernante haitiano, sabía que su intimidación lograría su propósito y que éste procedería a retirarle el apoyo a los revolucionarios, por lo que asumió el mando de su tropa para enfrentar a los invasores. Sin embargo, el presidente Hippolite se atemorizó con las amenazas de Lilís, traicionando a los patriotas, que contaban con el prestigio de Luperón y el apoyo de los generales Casimiro Nemesio de Moya, González y Villanueva.

Los revolucionarios cruzaron la frontera el 25 de marzo de 1894, luego de recibir armas y municiones en Cabo Haitiano, pero fueron fácilmente vencidos por Heureaux. A este nuevo fracaso de los enemigos del presidente dominicano, el pueblo lo denominó "La Revolución de los Bimbines". El calificativo hace referencia al hecho de que los expedicionarios estaban dirigidos por hombres, que en más de una ocasión demostraron su hombría, pero esta vez se comportaron como niños.

Heureaux chantajeó al presidente haitiano y lo obligó a entregarle determinada cantidad de dinero, basado en el tratado de 1874. El dictador dominicano con esos recursos pagó a Francia, en 1895 las compensaciones que ese país exigió luego de éste haber violado las Cajas del Banco Nacional de Santo Domingo en repuestas a las medidas que Marchena adoptó en su contra en 1892.

La agudización de la crisis económica, provocada, en gran medida por el extraordinario gasto militar en que incurría el gobernante para poder sostenerse lo obligó a buscar recursos en el extranjero sin tener en cuenta las consecuencias. La alianza que concertó con los directivos de la Improvement fue una demostración de ello, ya que aceptó que éstos fundaran dos compañías subsidiarias, "The San Domingo Finance Company" y "San Domingo Railways Company", cuyos únicos objetivos fueron entregarle dinero al gobierno a cambio de grandes comisiones para los directivos de Improvement y para el propio Heureaux.

1920-1930 Datos importantes.
En las elecciones presidenciales de 1920 en los Estados Unidos, el candidato republicano Warren Harding, criticó la ocupación y prometió una eventual retirada de los EE.UU.. Mientras que Jimenes y Vásquez solicitaban concesiones de los Estados Unidos, el colapso de los precios del azúcar desacreditó el gobierno militar y dio lugar a una nueva organización política nacionalista, la Unión Nacional Dominicana, liderado por el Dr. Henríquez y Carvajal desde el exilio en Santiago de Cuba, Cuba, el cual exigió la retirada incondicional. Formaron alianzas con los nacionalistas frustrados en Puerto Rico y Cuba, así como con los críticos de la ocupación en los propios Estados Unidos, más notablemente con The Nation y la Haiti-San Domingo Independence Society. En mayo de 1922, un abogado dominicano, Francisco Peynado, fue a Washington y negoció lo que se conoce como el Plan Hughes-Peynado. Se estipuló el establecimiento inmediato de un gobierno provisional en espera de las elecciones, la aprobación de todas las leyes promulgadas por el gobierno militar de EE.UU., y la continuación del tratado de 1907 hasta que todas las deudas externas de la República Dominicana habían sido saldadas. El 1 de octubre, Juan Bautista Vicini Burgos, el hijo de un rico inmigrante italiano plantador de azúcar, fue nombrado presidente provisional, y comenzó el proceso de retirada de los EE.UU..
La ocupación estadounidense terminó en 1924, con un gobierno elegido democráticamente bajo la presidencia de Vásquez. En un esfuerzo por conservar el poder de sus seguidores, en 1927, Vásquez extendió su mandato de cuatro a seis años. Había una base jurídica discutible para el cambio, el cual fue aprobado por el Congreso, pero su efectiva promulgación invalidaba la constitución de 1924 que Vásquez había jurado defender. La Gran Depresión redujo los precios del azúcar a menos de $1 por libra. Las elecciones estaban previstas para mayo de 1930, pero de la forma que Vásquez había extendido su periodo presidencial creó suspicacias sobre la imparcialidad de las elecciones. En febrero, fue proclamada una revolución en Santiago por un abogado llamado Rafael Estrella Ureña. Cuando el comandante de la Guardia Nacional Dominicana (la actual Policía Nacional creada bajo la ocupación), Rafael Leónidas Trujillo Molina, ordenó a sus tropas a permanecer en sus cuarteles, el enfermo y envejeciente Vásquez se vio obligado a exiliarse y a proclamar a Estrella presidente provisional. En mayo, Trujillo fue elegido con el 95% de los votos, habiendo utilizado al ejército para acosar e intimidar al personal electoral y a sus posibles opositores. Después de su toma de posesión en agosto, a petición suya, el Congreso Dominicano proclamó el comienzo de la "Era de Trujillo".
Nuevos empréstitos. Es importante hacer notar que las inversiones realizadas por el gobierno de ocupación se sustentaron, de una parte, en los fondos de las aduanas que le correspondían al Gobierno dominicano y que habían sido retenidos por las autoridades estadounidenses como mecanismo de presión desde el impasse con el presidente Jimenes; y, de otra, en nuevos préstamos autorizados por el Departamento de Estado bajo el escudo de la Convención de 1907. De esta suerte, para 1922, la deuda de la República Dominicana ascendía a casi 15,000,000 de dólares.
Los líderes políticos y hombres de negocio dominicanos manifestaron su desacuerdo, alegando que un gobierno extranjero no tenía derecho a endeudar al país.
Plan Hughes-Peynado, 1922. La crisis económica desencadenada en 1921, las campañas a escala nacional e internacional en contra de la intervención, y la elección de un nuevo presidente norteamericano favorable a la salida de las tropas de ocupación, propiciaron la celebración de este acuerdo que sentó las bases para la vuelta a la vida independiente de la República Dominicana. Se llamó así en virtud de los nombres de los negociadores: Francisco J. Peynado, por la parte dominicana, y el secretario de Estado Charles Evans Hughes, por los Estado Unidos. El mismo estipulaba:
•  Instalación de un Gobierno Provisional electo por los principales líderes políticos dominicanos y el Arzobispo de Santo Domingo.
•  Preparación y organización de elecciones por parte del mencionado Gobierno Provisional.
•  Reconocimiento de los actos legales del gobierno militar que hubiesen creado derecho a favor de terceros.
•  Reconocimiento de la validez de las emisiones de bonos de los empréstitos contratados durante los años de ocupación.
•  Reconocimiento de las tarifas aduaneras establecidas por el gobierno militar en 1919 y que favorecían a más de 945 productos estadounidenses.
•  Vigencia de la Convención Domínico-Americana de 1907 hasta que la República Dominicana terminara de pagar su deuda externa, quedando por tanto los norteamericanos en control de las aduanas y con el derecho de autorizar o no cualquier futuro endeudamiento público del país.

Caudillismo político: Los cambios económicos y sociales no fueron suficientes para desterrar el caudillismo, el clientelismo, el reparto de cargos y las luchas internas de la política dominicana, aunque, paradójicamente, terminarían permitiendo la concentración del poder a niveles sin parangón en la vida de la República.
A pesar de la ruptura de la alianza que lo llevó al poder en las elecciones de 1924, Horacio Vásquez lograría la prolongación de su período presidencial por dos años más, en virtud de una reforma constitucional preparada y aprobada al efecto en 1927. En cambio, acabaría cediendo ante la fuerza del que había sido nombrado por él como jefe del Ejército. El que había sido su hombre de confianza pondría fin a sus planes de reelección al darle un golpe de Estado el 23 de febrero de 1930.




Introducción
“Si no llego a ver por mí mismo la liberación de éste pueblo la veré a través de mis ideas”.
En este trabajo están sintetizados y resumidos los anales del periodo 1961-1966 en donde podemos ver los cambios socio-políticos ocurridos después de la muerte del tirano Rafael Leónidas Trujillo. 




República Dominicana 1961-1966

El país y el fin del gobierno trujillista:
Al ajusticiamiento del dictador Rafael L. Trujillo, en 1961, se inicia en nuestro país un proceso de corte socio político matizado por una batalla inexpugnable de un gran segmento de la población, en aras de alcanzar la libertad, opuesta al intento desesperado de los herederos del tirano por perpetuarse en el poder, que da lugar a varios años de lucha y ensañamiento entre los distintos grupos políticos envueltos en la contienda por dirigir los destinos de la nación. Una serie de conflictos configuró el terreno que dio lugar a la expulsión del grupo trujillista, logrado sólo por medio de la alianza de la mayor parte de la población, ejerciendo así una constante presión que coadyuvó a la transición democrática y a la re-definición de todo el orden social y político vigente.
El año 1961 marca el punto de partida de toda una revolucionaria catarsis de la sociedad, que emprendería el levantamiento de las masas contra el arbitrario esquema político y social dominante. A partir de la muerte de Trujillo, la sociedad dominicana experimenta cambios profundos en su sistema político. La caída de la tiranía trujillista significó para el país la conquista de las libertades que habían sido negadas sistemáticamente durante un largo período de treinta años que fue socavando el ideal democrático y la existencia de grupos políticos liberales, eclipsados por las condiciones de una dictadura despiadada que sometió al pueblo dominicano a varias décadas de oscurantismo. De esta manera, nuevos grupos políticos aparecerían en el escenario social, mientras otros resurgirían entre las tinieblas del exilio y la precaria vida clandestina. 

El gobierno del profesor Juan Bosch.
-Antecedentes
A la caída de Trujillo en el año 1961, quedo al frente el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer Ricardo, quien era presidente de la república, pero ahora con el poder real y Ramfis Trujillo, quien quedó al mando de las Fuerzas Armadas. Este se dedicó a perseguir a todos los que ajusticiaron a su padre.
Se crearon organizaciones políticas opositoras a los remanentes del trujillado como a la Unión Cívica Nacional, que se formó en julio de 1961, presidida por Viriato Fiallo. El Partido Revolucionario Dominicano, se formó en exilio en el año 1939, presidido por el Prof. Juan Bosch, constituyendo la principal fuerza política de entonces. También se reorganizó el movimiento 14 de junio que presidía Manuel Aurelio Tavares Justo, organización anti trujillista de orientación radical. Los días que seguían a la muerte de Trujillo se caracterizaban por fuertes movilizaciones, sobre todo en las zonas urbanas, la salida del país ante la fuerte presión de Ramfis Trujillo, una huelga general que se promulgó por once días. Con la destitución de Balaguer, se formó un Consejo de Estado, al frente del cual quedó Rafael F. Bonnelly. Este tenía también la misión de convocar una Asamblea Constituyente y organizar elecciones libres.




El gobierno de Juan Bosch:
El 16 de mayo de 1962 se celebró las elecciones en las que participaron la Unión Cívica Nacional y el Partido Revolucionario Dominicano, cuyo candidato el Prof. Juan Bosch, resulto electo por una abrumadora mayoría de votos. El Prof. Bosch, en sus discursos de campaña usó como estrategia la no persecución a los trujillistas, lo que le valió el voto de estos, en las elecciones. En sus alocuciones raciales utilizaba un lenguaje sencillo y didáctico, siendo entendido por la mayoría de las personas. También influyo su programa de gobierno el cual era democrático, plural y justo. El 27 de febrero de 1963 tomó posesión Juan Bosch, dando inicio a un gobierno ampliamente democrático, respetando las libertades públicas y los derechos humanos. Bosch sorprendió con su triunfo a los cívicos y a la poderosa Iglesia Católica quienes no pensaron que este hombre que pasó 25 años en el exilio y que retorno en octubre de 1962, ósea, a pocos días de la celebración de las elecciones, podría ganar.



Reforma constitucional de 1963:

La Constitución de 1963 sin lugar a dudas es la más democrática que hemos tenido en nuestra evolución constitucional y de más alto contenido social y humano. Esta Constitución supuso una ruptura con la estructura tradicional de las constituciones anteriores. Se introduce principios fundamentales consiste en dos partes la primera comprende sobre relaciones económicas ético-social y un segundo título sobre los derechos humanos sobre la organización de la República Dominicana, siguiendo la organización tradicional.

Esta se define como la finalidad de los poderes,  públicos:

Proteger la dignidad humana y promover y garantizar su respeto; propender a la eliminación de obstáculos de orden económico y social que limiten la igualdad y la libertad de los dominicanos y se opongan al desarrollo de la personalidad humana y a la efectiva participación de todos en la organización política, económica y social del país; y lograr el desarrollo armónico de la sociedad dentro de los principios normativos de la ética social.

Fundamenta la existencia de la nación dominicana, principalmente, en el trabajo y lo erige en obligación ineludible para todos los dominicanos aptos. Declara la libre iniciativa económica privada, a condición de que no sea ejercida en perjuicio de la seguridad, la libertad o la dignidad humanas.

Establece como norma general, que la propiedad debe servir al progreso y bienestar del conglomerado.



Declara delitos contra el pueblo, la sustracción de fondos públicos o prevalerse de la posición dentro del Estado, para obtener ventajas económicas ilícitas. Estos delitos se extienden a los asociados, familiares, allegados, amigos o relacionados. La propia Constitución establece sanciones penales por la comisión de los mismos. Consagra que el trabajo, en todas sus formas y su aplicación, estará bajo la súper vigilancia y protección del Estado, siendo un deber de este, ocuparse de la formación y superación profesional de los trabajadores. Consagra la libertad de trabajo, así como el principio de que a igual trabajo corresponde igual salario, sin discriminación de sexo, edad  y estado. Establece el derecho y deber de los trabajadores, de colaborar con las empresas y de participar en los beneficios de las mismas. Declara de alto interés público el establecimiento de un hogar dominicano, en terreno y mejora propios. Establece el derecho de cada familia dominicana, de poseer una vivienda propia, asumiendo el Estado la obligación de proporcionarla a los que no tengan recursos económicos. Declara de interés social, la erradicación definitiva del analfabetismo. Establece que el Estado proporcionara gratuitamente, a todos los habitantes, la enseñanza primaria y secundaria, así como la obligatoriedad de la enseñanza primaria. Declara que el Estado propiciara la difusión y el auge de la enseñanza universitaria, profesional, vocacional y técnica para los obreros y campesinos.  El 22 de diciembre de 1963, el triunviro Emilio de los Santos renunció en protesta por las medidas tomadas por las Fuerzas Armadas contra las guerrillas surgidas en noviembre de 1963 bajo la jefatura del doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo, líder del movimiento Revolucionario 14 de julio. De los Santos fue sustituido por Donald Reíd Cabral, un acaudalado importador de vehículos de motor que pasó a presidir el Triunvirato. Durante el régimen del Triunvirato reinó una desorganización administrativa creciente. El gobierno se vio inmerso en una mañana de contradicciones económicas y políticas que profundizaron su aislamiento político y motorizaron la división de las Fuerzas Armadas.
Desde que inició su ejercicio, el Triunvirato se enfrentó con disposición abierta de los obreros y estudiantes.
Múltiples manifestaciones de protesta se realizaron en todo el país. En mayo de 1964, por ejemplo un Comité Nacional de Coordinación de las organizaciones sindicales decretó una huelga general. La huelga se extendió a los barrios de la capital, donde se formaron barricadas para resistir a la policía con piedras, palos y otros objetos. En el llamado a huelga se exhortaba a expulsar del poder a los representantes de los más funestos intereses de nuestro país: los enemigos de la clase obrera”. (Documento citado por Franklin J. Franco, “Clases, Crisis y Comandos”, págs. 170-172).
Otras importantes protestas obreras se realizaron en la ciudad de La Romana contra la empresa norteamericana radicada allí. En febrero de 1965, los sindicatos afiliados a la confederación de Trabajadores Foupsa-Cesitrado celebraron un congreso de Unidad Obrera, donde incluyeron entre sus demandas el restablecimiento de la Constitución de 1963, que había sido aprobado por el congreso durante el gobierno de Bosch y anulada su vigencia por el Triunvirato.
Los grandes comerciantes importadores denunciaron en repetidas ocasiones actividades de contrabando que, a su juicio, les resultaban lesivas. En esas actividades de contrabando se involucró a altos jefes militares dominicanos. Incentivó también la protesta contra el Triunvirato la campaña realizada en la prensa por defensores del régimen en torno a la convivencia de vender a industriales privados las empresas estatales. Que antes estuvieron en poder del dictador Rafael L. Trujillo Molina. Se acusó a los altos círculos económicos que apoyaban el Triunvirato de realizar maquinaciones para apoderarse del complejo económico estatal.

Para comienzos de 1965, el Triunvirato parecía una planta suspendida en el aire. Sólo lo mantenía en el poder sus relaciones con los Estados Unidos.
En esa situación, el PRD y el PRSC lanzaron las consignas de “Vuelta a la constitucionalidad sin elecciones” y “restablecimiento de la constitución de 1963”. Obviamente esos partidos y las fuerzas de izquierda, sin establecer una coordinación operativa, se afanaban en derrocar el Triunvirato.
El crecimiento de la oposición política al régimen tenía como telón de fondo la dramática situación económica en que se debatía la nación. El Quinto Informe Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) describió de la forma siguiente la situación en que maniobrara desesperadamente el Triunvirato: “Durante los años 1963-1964, la demanda total creció a un ritmo de 7.8% lo cual explica el gran crecimiento de las importaciones. Estas crecieron a un ritmo de 17.2% mientras las exportaciones decrecieron en 5.5%. El producto industrial sólo creció un 3.9% y el agrícola 2.2%. Entre los años 1962-1964 fue necesario un endeudamiento externo de 211.8 millones (se tomaron 113.7 millones en 1963-1964), es decir, casi 63 millones anuales en promedio”.
Las actividades conspirativas del coronel Fernández Domínguez y de otros miembros de las Fuerzas Armadas llegaron a oídos de los miembros del Triunvirato. Por ello el coronel Fernandez Dominguez fue enviado a España con un cargo diplomático. Otros miembros del grupo fueron destituidos. Entre ellos se encontraban al mayor Agustín Nuñez Nogueras, el capitán Quiroz Pérez y otros militares que posteriormente participarían en el levantamiento contra el Ttriunvirato.
En ausencia del coronel Fernández Domínguez, quien mantuvo desde su virtual exilio la comunicación con el grupo que permanecía en el país, participó en la coordinación del movimiento militar contra el Triunvirato el coronel del Ejército Nacional, Hernández Ramírez.
Habían otros grupos militares conspirado contra el Triunvirato. En la trama participaba además un grupo de soldados y clases del ejército comandados por el capitán Mario Peña Taveras.
Otro grupo, conocido “El clan de San Cristóbal”, estuvo encabezado por el entonces coronel del Ejército Neit Nivar Seijas. Ese sector propugnaba por el derrocamiento de Reid Cabral, para facilitar el retorno a la presidencia del doctor Joaquín Balaguer.

El PRD, a través de sus dirigentes José Francisco Peña Gómez, José Rafael Molina Ureña y otros, estableció relaciones con los diversos grupos militares que propugnaban por el derrocamiento del Triunvirato. Finalmente, sus pasos conspirativos estuvieron coordinados básicamente con el grupo de militares partidarios del restablecimiento del gobierno de Juan Bosch y la Constitución de 1963.
La fecha de inicio del levantamiento fue fijada en varias ocasiones. Diversos factores entre los que se cuentan delegaciones, indecisiones, etc., impidieron la materialización del movimiento armado en los días previamente establecidos.
Uno de esos intentos fracasó en los primeros días de abril de 1965. Un grupo de ex militares concibió un plan para apoderarse del Palacio Nacional de gobierno para romper las indecisiones se oficiales comprometidos en el movimiento conspirativo.
Los dirigentes del movimiento habían fijado el 26 de abril como la fecha de inicio del levantamiento. Pero el día 24 de ese mes, el jefe del Estado Mayor del Ejército Nacional, general Rivera Cuesta, dispuso el arresto de varios militares comprometidos en la acción. En esas circunstancias, el capitán Mario Peña Taveras liberó a sus compañeros de conspiración y arrestó al general Rivera Cuesta, al coronel Nivar Ledesma y a otros militares opuestos al movimiento.
Ese ultimátum del triunviro fue rechazado por los rebeldes. El 25 de abril aumentó la movilización en las calles de los partidarios del movimiento armado.
Los jefes militares defensores del Triunvirato ordenaron el bombardeo del Palacio Nacional y de otros sectores ocupados por los insurrectos. La lucha se intensificó en las calles de la capital mientras oficiales norteamericanos hacían esfuerzos por aglutinar a los sectores militares partidarios del Triunvirato, según refieren varios escritores dominicanos y extranjeros.

El 27 de abril, el presidente provisional Molina Ureña, el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó y otros dirigentes del movimiento armado, se entrevistaron con el embajador norteamericano en Santo Domingo William Tapely Bennett, en la sede diplomática de los Estados Unidos.
Bajo la dirección de Caamaño Deñó, Manuel Ramón Montes Arache y otros líderes militares y civiles, los partidarios de la insurrección detuvieron el avance de unidades blindadas enviadas desde San Isidro. En torno al Puente Duarte, situado en la parte este de la capital dominicana, se libraron encarnizados combates en los primeros días del movimiento insurreccional.
El coronel Caamaño Deñó informó ese día al diario dominicano El Caribe que la ciudad estaba bajo el control de los rebeldes que él comandaba.

La Guerra Civil Dominicana:
La Guerra Civil Dominicana, también conocida como Guerra de Abril, Revolución del 65, o simplemente Revolución de Abril tuvo lugar entre el 24 de abril y el 3 de septiembre de 1965, en Santo Domingo, República Dominicana. Es conocida por ser el más sangriento conflicto armado en el país durante el siglo XX.
La vanguardia de la revolución de 1965, los perredeistas (miembros del PRD) y otros partidarios de Bosch encabezados por Francisco Alberto Caamaño, se llamaron constitucionalistas (en referencia a su apoyo a la constitución de 1963). El movimiento contó con algunos oficiales militares jóvenes entre sus filas. Una combinación de militares reformistas y aguerridos combatientes civiles salieron a las calles el 24 de abril, tomaron el Palacio Nacional, e instalaron a José Rafael Molina Ureña como presidente provisional. La revolución tomó la dimensión de una guerra civil, cuando las fuerzas conservadoras del ejército, dirigidas por el general Elías Wessin y Wessin, devolvió el golpe contra los constitucionalistas el 25 de abril. Estas fuerzas conservadoras se autodenominaron leales. A pesar de los ataques con tanques y bombardeos aéreos por las fuerzas leales, de todos modos, los constitucionalistas mantuvieron sus posiciones en la capital, y extendieron el conflicto para asegurar el control de todo el país.
El 28 de abril, los Estados Unidos intervinieron el país. El presidente Lyndon B. Johnson envió una fuerza que ascendía a 20,000 militares, para garantizar la seguridad en Santo Domingo y para restablecer el orden. Johnson había actuado con la firme creencia de que los constitucionalistas estaban compuesto por comunistas y que por lo tanto no se podía permitir que llegaran al poder. La intervención fue concedida en cierta medida debido a una aprobación hemisférica con la creación de una fuerza de paz auspiciada por la OEA, la cual complementó la presencia militar estadounidense en la República Dominicana. Un inicial gobierno provisional fue dirigido por uno de los asesinos de Trujillo, Antonio Imbert Barrera, más tarde, Héctor García Godoy asume la presidencia provisional el 3 de septiembre de 1965. Algunos enfrentamientos violentos entre legitimistas y constitucionalistas continuaron de forma esporádica ya que, una vez más, las elecciones fueron organizadas.
El gobierno de Caamaño:
Francisco Alberto Caamaño Deñó (San Juan, 11 de junio de 1932 -16 de febrero de 1973) fue militar y héroe dominicano que ocupó la presidencia provisional de la República Dominicana durante la Guerra de abril de 1965.
Papel en la Guerra de Abril de 1965
Decide combatir al Triunvirato en una conspiración organizada por altos militares, los cuales al inicio del bombardeo por parte de Elias Wessin y Wessin, desertan la misión, Caamaño es proclamado secretario de las Fuerzas Armadas Dominicanas (FF.AA.), dirigió la lucha por la vuelta del Presidente Bosch.
Presidencia
El Congreso Nacional lo elige y designa Presidente Constitucional de la República, tomando posesión de la presidencia el día 4, tenía 32 años de edad; Caamaño ocupó la posición de Presidente Constitucional hasta el 3 de septiembre 1965. Durante el Gobierno del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, se emitieron 4 Gacetas Oficiales, con 62 Decretos y 14 leyes.

El Desembarco en Playa Caracoles.
El 3 de febrero de 1973, nueve hombres desembarcaron en la Playa Caracoles al sur del país, con la intención de iniciar un frente guerrillero contra el gobierno de Joaquín Balaguer, al frente del grupo estaba el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.


Honores finales:
El coronel Caamaño es el héroe que restauró la soberanía de la República. Es considerado como una de las figuras más importantes en el país, llevando los ideales de los padres de la Patria, de Gregorio Luperón, Gregorio Urbano Gilbert, y otros patriotas dominicanos.
Elecciones de 1966 y 1970
Bosch participa nuevamente en las elecciones de 1966, pero resulta vencido ante el Partido Reformista, encabezado por Joaquín Balaguer, a causa mayormente de una campaña sucia efectuada por este último en contra de Juan Bosch. En la misma, Bosch fue amenazado de muerte si salía a hacer campaña. Además, los Estados Unidos apoyaban claramente al sangriento régimen balaguerista, cumpliendo así con lo dicho por el presidente John F. Kennedy, de que prefería un régimen sangriento de categoría trujillista, a otro régimen comunista en el hemisferio.
En 1970, el PRD se abstiene de la participación en las elecciones por no considerar el clima como apto para unas elecciones diáfanas y transparentes, pero José Francisco Peña Gómez contemplaba, al contrario de la decisión de Bosch, que lo mejor era fortalecer el partido por la vía democrática y no dejarlo en el aire.







Conclusión
En la conclusión de este trabajo, pudimos ver el abarcamiento que tiene la historia dominicana en diversos periodos, y vemos que en la misma historia son hechos breves y que nos deja a pensar y a reflexionar de nuestro pasado, para así tener ideas con convicción de la situación presente en la que estamos.